DESCRIPCIÓN

Árbol caducifolio que puede alcanzar los 20 m de altura, de tronco recto y ramas densas y extendidas que forman una copa tupida. Las hojas son caducas, simples, carecen de pelosidad por ambas caras, son palmeadas generalmente en 5 lóbulos profundos, y miden 3-8 cm de largo. Hay casos en los que pueden faltar los lóbulos basales y propiciar la confusión con el arce de Montpellier (Acer monspessulanum L.), pero el tamaño de la hoja, forma y disposición del fruto no debe confundirnos. Estas hojas son opuestas, segregan látex al ser cortadas y tienen el rabillo largo y rojizo. Las flores son poco vistosas, por ser verdosas, y nacen en grupos colgantes en la primavera. Los frutos salen de dos en dos, se denominan sámaras y están provistos de un ala membranosa que facilita su dispersión por el viento. La semilla madura en otoño, es aplanada y las alas forman un ángulo cercano a los 180º.
ECOLOGÍA
Suele aparecer junto a los ríos, en hoces, laderas umbrías o como acompañante de otras formaciones arbóreas como quejigares, robledales, hayedos, encinares o abetales. También forma parte de los setos y orlas arbustivas, siendo raro encontrarlo formando rodales o pequeños bosquetes. Alcanza los 1200 m de altitud, soporta bien el frío y crece sobre todo en suelos calizos y frescos. Esta especie puede llegar a vivir hasta 150 años.

DISTRIBUCIÓN
Comprende toda Europa, Asia (Cáucaso, Siberia, Mongolia, Turquestán y Asia Menor) y el norte de África. En la Península Ibérica habita en su mitad norte, fundamentalmente en el noreste.
MÁS INFORMACIÓN
La madera de los arces es ligera y en general buena para pequeños trabajos de ebanistería o marquetería. Sin embargo, el arce campestre no se explota mucho debido a su escasez en la Península, no así en el resto de Europa. Esta madera es de un tono pardo o rojizo y con ella se elaboran cubiertos, pipas de fumar, aperos y otras pequeñas piezas torneadas.
También se cultiva a veces como árbol de sombra por su follaje denso. Como puede rebrotar de cepa y resiste bien la poda, a veces se le ve formando setos, como es el caso de algunos que se pueden observar en los jardines del palacio de La Granja de San Ildefonso, en Segovia, donde se ha naturalizado.
Sus hojas y ramas tiernas se emplean en ocasiones como forraje complementario para el ganado.
Este arce aparece en los catálogos de flora amenazada y protegida de la Comunidad Valenciana.Acer era el nombre romano de los arces; campestre quiere decir ‘de los campos’, por ser una planta muy común en Europa.