La Grosella es el fruto de las distintas variedades de groselleros, arbustos de hasta 2 metros de altura, de la familia de las Saxifragáceas, plantas herbáceas y leñosas que crecen espontáneas en regiones templadas y frías.

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Propiedades nutritivas
Estas frutas son de bajo valor calórico por su escaso aporte de hidratos de carbono. Son especialmente ricas en vitamina C las grosellas negras y las rojas, que tienen cantidades mayores que algunos cítricos. En general, las bayas silvestres son buena fuente de fibra; que mejora el tránsito intestinal, y de potasio, hierro y calcio, taninos de acción astringente y de diversos ácidos orgánicos. Sin embargo, lo que en realidad caracteriza a estas frutas es su abundancia de pigmentos naturales (antocianos y carotenoides) de acción antioxidante.
En la alimentación humana, este tipo de frutas constituyen una de las fuentes más importantes de antocianos, que les confieren su color característico y que están junto con ácidos orgánicos tales como el ácido oxálico o el ácido málico, responsables también de su sabor. La vitamina C tiene acción antioxidante, al igual que los antocianos y carotenoides. Dicha vitamina interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Propiedades para la salud
Los antocianos y carotenoides son abundantes en la composición de todas estas frutas del bosque. Desde el punto de vista bioquímico se caracterizan por poseer una elevada actividad antioxidante; neutralizan la acción de los radicales libres que son nocivos para el organismo. Estas propiedades pueden dar lugar a efectos fisiológicos muy diversos; efectos antiinflamatorios y acción antibacteriana de los antocianos, entre otros. Estas frutas contienen, además de los antocianos y carotenoides, otros antioxidantes como la vitamina C.
La ingesta dietética de estas sustancias potencia nuestro sistema inmunológico o de defensas del organismo y contribuye a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso del cáncer. Asimismo, la vitamina C tiene la capacidad de favorecer la absorción del hierro de los alimentos, por lo que mejora o previene la anemia ferropénica.
Existen ciertas situaciones vitales en las que las necesidades orgánicas de vitamina C están aumentadas, como embarazo, lactancia, tabaquismo, empleo de ciertos medicamentos, estrés y defensas disminuidas, práctica deportiva intensa, cáncer, Sida y enfermedades inflamatorias crónicas. En dichas situaciones, el consumo de bayas silvestres ricas en vitamina C está especialmente indicado.
La fibra es un componente muy abundante en estas frutas, por lo que su consumo habitual durante los meses en los que abundan puede resultar un remedio para tratar el estreñimiento y la atonía intestinal.
Los frutos cuando aún están verdes, son ricos en taninos, que les confiere esa sensación de aspereza en el paladar y resultan astringentes y refrescantes, pero una vez alcanzan su completa madurez, los taninos disminuyen y las frutas adquieren propiedades laxantes, tónicas y depurativas.
Particularmente, los arándanos son ideales para combatir infecciones y para mejorar la circulación periférica. El jugo de arándanos de la variedad roja, ejerce una sorprendente acción antiséptica y antibiótica sobre los gérmenes causantes de las infecciones urinarias, especialmente sobre la Escherichia coli. En caso de cistitis, se recomienda la toma de un vaso grande lleno de unos 300 mililitros de jugo fresco diario, durante uno a tres meses, como tratamiento y profilaxis.
Además, los arándanos contienen ácido químico, sustancia que se elimina y acidifica la orina, de modo que evita que se formen cálculos o litiasis renal de fosfato cálcico, no de otro tipo de cálculos.
Variedades
Grosellas Rojas
Variedades de grosellas comunes
Existen fundamentalmente tres variedades de grosellas comunes:
Variedades tempranas: Son las que se recogen a finales de junio o principios de julio. Entre estas tenemos variedades tan reconocidas como » Junnifer» con frutos rojo brillantes muy gruesos dispuestos en racimos cortos. Su sabor es muy dulce y aromático. Muy utilizada en mermeladas.
Otra variedad muy conocida es la llamada Jonkheer van Tests, un grosellero de aspecto muy vigoroso y abierto. Produce frutos rojos muy jugosos con menos aroma sobre racimos más largos que la variedad anterior. Aguanta temperaturas más frías por lo que suele plantarse en climas más continentales.
Variedades medianas: Son las que producen frutos durante el mes de julio. La variedad Blanka también madura durante la primera quincena. Es una de las variedades de color blanco más reconocidas por su gran productividad y una de las que posee más aroma y jugo.
La variedad Ben Conan produce frutos con mucho jugo y sabor que resisten muy bien las enfermedades. La variedad White Grape proporciona frutos con mucho sabor y un tamaño muy grande.
La variedad Red Lake, es una variedad que madura a mitad de este mes produciendo frutos rojo oscuros, más bien de tamaño pequeño, muy dulce y aromático. Se trata de un arbusto muy vigoroso y densamente ramificado.
Si queremos grosellas durante la segunda quincena de julio, podemos optar por la variedad Delbard Giganta, llamada así porque proporciona las grosellas más gordas del mercado.
Variedades tardías: Son aquellas que fructifican a finales de julio o durante el mes de agosto. Entre estas tenemos la Premiere groiselle-raisin que suele aparecer a principios de agosto o finales de julio o la Groiselle -raisin Industria que lo hace durante la segunda mitad de agosto.
Grosellas Negras
Otras especies de groselleros
Además de los groselleros comunes, tenemos otras especies de groselleros. Los más destacados son las siguientes:
Grosellero negro Ribes nigrum: Es una especie también de procedencia Euro-asiática. Se diferencia de la especie común por sus frutos de color negro y su aspecto menos erguido y más amplio. Sus frutos son comestibles y presentan unas propiedades similares al grosellero rojo. Grosellero de búfalos Ribes odoratum Es un arbusto que alcanza los 2,5 metros de altura. Crece en las llanuras del centro de los Estados Unidos. Presenta hojas trilobuladas que adquieren una coloración amarillo oro al llegar el otoño, por lo que se utiliza como arbusto decorativo. Produce también frutos de color negro reunidos en grandes racimos colgantes. Además de ser muy decorativo se cultiva también por sus hojas que tienen un sabor parecido al clavo, de ahí que se le conozca también como » Grosellero de clavo»
Grosellero dorado Ribes aureum
Grosellero de flor Ribes sanguineum: Arbusto caduco de hasta 3,5 m de altura procedente de Norteamérica. Tallos sin espinas. Hojas lobuladas con el envés densamente pubescente. Flores de color rosa o rojizo que nacen en primavera produciendo frutos de color negro azulado en racimos colgantes o erectos. La variedad Ribes sanguineum var. glutinosum ofrece inflorescencias más colgantes y hojas menos pubescentes. Entre los principales cultivares tenemos » Broklebankii» con flores de color rosa y hojas doradas o «White Icicle» con flores de un blanco inmaculado. Los groselleros en flor se cultivan principalmente como plantas de jardinería.
Grosellero de flor fucsia Ribes speciosum: Arbusto espinoso caduco de hasta 1,8 metros de altura. Natural de California, ofrece un aspecto muy amplio. Hojas ovaladas verde brillantes con 3 o 5 lóbulos. Florece en invierno produciendo flores colgantes pequeñas que producen frutos globosos de color rojizo.
Grosellero espinoso o uva espina Rives uva-crispa Es un arbusto espinoso y rígido de hasta 1 metro de altura. Procede del centro de Europa. Produce flores rosadas que dan paso a frutos verdosos muy ácidos que se utilizan para la confección de mermeladas y jaleas. Esta especie se ha hibridado en Norteamérica con la especie norteamericana de uva espina Ribes hirtellum con el objeto de producir variedades más resistentes al ataque del mildeu.
Frambuesa (Rubus idaeus). Planta Herbácea. Exótico frutal que se encuentra escapado del cultivo de las serranías del grupo de Guamuhaya, sobre todo en el territorio perteneciente a la provincia de Sancti Spíritus.

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- 1 Taxonomía
- 2 Origen
- 3 Frambueso
- 4 Características
- 5 Consumo
- 6 Beneficios
- 7 Cultivo
- 8 Referencias
- 9 Fuentes
Taxonomía
Nombre científico
- Rubus idaeus L. [1]
Autores
Combinaciones para este basónimo
- Batidea idaea (L.) Nieuwl.[3]Fruto
Sinonimia
- Rubus idaeus subsp. vulgatus Arrh.[4]
- Batidaea vulgaris Nieuwl.
- Rubus fragans Salisb.
- Rubus framboesianus Lam.
- Rubus sericeus Gilib.[5]
Nombre común
- Frambuesa, frambueso
Variedades
Hay algunas variedades de frambueso, como el frambueso americano, el negro o el europeo. No suele cultivarse, aunque en la actualidad han aparecido variedades que se obtienen de las especies mencionadas anteriormente.
Origen
Originaria de Europa.
Frambueso
Es el nombre común de ciertas plantas de la familia de las Rosáceas que producen unos frutos en forma de sombrerete llamados frambuesas que, al recogerlos de la planta, se separan del pedúnculo o receptáculo floral.
Características
Flor
Tiene tallos delgados y espinosos y hojas con bordes aserrados; son verdes por el haz y blancas por el envés. Las flores son pequeñas y verdosas, se agrupan en racimos en las axilas de las hojas. Los frambuesos son nativos de la zona templada norte y requieren climas sin temperaturas extremas.
Consumo
Se consumen frescos y en forma de conservas caseras e industriales, y se usan para elaborar aromatizantes y jarabes, además para hacer dulces y saborizar helados. El follaje constituye un excelente alimento para los conejos.
Beneficios
- Favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
- Previene la aparición de enfermedades degenerativas como el cáncer.
- Es una fruta muy recomendable para que sea injerida por las mujeres embarazadas.
- Previene y mejora las alergias y, sobre todo, ayuda a personas que sufren anemia.
- Las hojas se emplean contra la irritación de la garganta.
Cultivo
El frambueso es un arbusto que suele cultivarse en climas templados, ya que resiste las temperaturas bajas invernales y altas estivales. Las precipitaciones deben rondar los 700-900 mm, repartidas a lo largo de todo el año ya que la concentración hídrica en determinadas épocas puede deteriorar la solidez del fruto. La especie agradece suelos ricos en nutrientes, profundos, frescos, de buen drenaje, con sustrato silíceo-arcilloso y ligeramente ácidos o de pH neutro. Se trata de un arbusto de rápido crecimiento que puede plantarse en otoño o inmediatamente antes de la primavera. Cada ejemplar necesita soportes para sostener sus ramificaciones, ya que los tallos se vienen abajo debido al peso de sus hojas y frutos, llegando a quebrarse. Las piezas más indicadas para esta sujeción son espalderas de postes y alambres. Las frambuesas deben recolectarse cuando presentan un aspecto rojizo, textura consistente y fácil desprendimiento de su receptáculo que quedará unido al tallo, aunque para la producción industrial se corta el fruto completo.
Enfermedades
Las enfermedades principales son el mosaico, de origen vírico, la antracnosis y la roya anaranjada del frambueso.
Plagas
- Áfidos o pulgones.
- Agallas del tallo (larva de un insecto cecidómico, lasioptera rubi).
- Descortezamiento del tallo (larvas del insecto thomasiniana theobaldi)
- Antónomo de las flores (es un pequeño coleóptero curculiónido de color negro)
- Gusanos de los frutos (coleópteros byturus tomentosus y byturus fumatus)
Mora

Mora es el nombre que reciben diversos frutos comestibles de distintas especies botánicas. Son frutas o bayas que, a pesar de proceder de especies vegetales completamente diferentes, poseen aspecto similar y características comunes. En ocasiones, las distintas moras pueden ser confundidas e incluso obviadas, dado que al usar la palabra mora para hablar de dicha fruta, puede hacerse referencia, simplificando, a dos tipos de bayas procedentes de dos géneros distintos de vegetales con rasgos fenotípicos muy dispares entre sí, el género Morus y el género Rubus.[1] Ambos géneros dan moras, pero no son la misma fruta, unas vienen de unos árboles comúnmente llamados moreras y morales (que son del género Morus), y las otras provienen de unas plantas sarmentosas y espinosas comúnmente llamadas zarzas (que son del género Rubus). No obstante, la diferenciación es en realidad aún mayor, dado que dentro de ambos géneros hay un importante número de especies distintas. En total existen más de 300 especies de moras diferentes.[2] Además, la comercialización de estas bayas ha propiciado la creación de diversas hibridaciones que no existen en la naturaleza.[2]
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- 1 Tipos de moras
- 2 Descripción
- 3 Sabor
- 4 Propiedades nutritivas
- 5 Usos culinarios
- 6 Cultivo
- 7 Curiosidades
- 8 Véase también
- 9 Referencias
Tipos de moras
Morus: morales o moreras
- Morus alba (mora de la morera o mora blanca)
- Morus nigra (mora del moral o mora negra)
- Morus rubra (mora «roja»)
Rubus: zarzas
- Rubus caesius (zarza pajarera)
- Rubus chamaemorus (mora de los pantanos)
- Rubus fruticosus (zarzamora)
- Rubus glaucus (mora andina o mora de Castilla)
- Rubus spectabilis (mora naranja)
- Rubus ulmifolius (zarzamora o murra)
Híbridos
- R. ursinus × idaeus (boysenberry)
- Rubus loganobaccus (loganberry)
- Rubus ursinus cv. Young (youngberry)
- Maris Mora
Descripción
Desde el punto de vista botánico, la mora es una fruta polidrupa, es decir, está formada por la unión de pequeñas drupas arracimadas (o en racimo), dentro de las que se halla una semilla diminuta, perceptible durante su consumo e incluso a veces algo molesta. De forma algo más alargada en las especies de Morus, y generalmente más redondeada en las de Rubus (aunque depende de la especie), Rubus glaucus presenta una forma levemente parecida al de la fresa (ancha por la base terminado en punta).
Su tamaño es diminuto, midiendo entre 1 y 3 cm, dependiendo de la especie.
El color varía conforme la mora va madurando, comenzando en un tono blanco verdoso pasando al rojo para finalmente llegar al negro o púrpura oscuro. Aunque no siempre es así, ya que existe alguna que otra excepción como es el caso de la mora que da la especie Morus alba, que del verde pasa al blanco y a partir de ahí no varía de color, o como las moras de los pantanos (Rubus chamaemorus), ya que el fruto maduro de esta especie es de un color amarillo dorado.
Las moras que proceden de especies del género Morus, difieren al poseer un rabillo de 0’5 cm aproximadamente, rabillo del que carecen las moras procedentes del género Rubus, que al ser retiradas de su planta lo pierden. Además, las moras de Morus, al madurar son muy blandas, por lo general más que las de Rubus, tanto es así, que suelen manchar tan solo al tacto.
Sabor
Los sabores de las diferentes moras son dispares. Si bien pueden encontrarse algunas similitudes, las moras de las distintas especies presentan sabores característicos y peculiares que son apreciados dentro de la amplia gama de las frutas. El generalizado sabor agradable de las moras varía calificativamente en el gusto de cada uno, no obstante puede decirse que la mora es una baya que sabe bien.
No así, especial atención merece la mora de Morus alba, que suele resultar sosa o incluso insípida, nada que ver con las moras de Morus nigra y Morus rubra, que presentan un mejor sabor, mucho más valorado por los comensales.
Se describen los sabores más significativos, y se obvian el resto por no tener un valor apreciable. Teniendo en cuenta que se explica el sabor de la fruta madura:
Algunas de las moras más agradables al gusto son, por un lado las de Morus nigra y Morus rubra (ya mencionadas anteriormente), que presentan un fresco e intenso sabor agridulce, por otro lado las moras de Rubus ulmifolius y Rubus fruticosus, que presentan un agradable sabor intenso pero suave, dulce con pequeños matices ácidos.
Propiedades nutritivas
Como la generalidad de las frutas, las moras son fuente de sales minerales y vitaminas, constituyendo así un importante aporte nutricional que podría incluirse en cualquier tipo de dieta.
Las moras son frutas de bajo valor calórico debido a su escaso aporte de hidratos de carbono, lo que las hace un alimento beneficioso ayudando al metabolismo.
Son especialmente ricas en vitamina C, conteniendo cantidades incluso mayores que las de algunos cítricos, hecho por el que las utilizan tanto los navegantes nórdicos como los Inuit americanos como protección contra el escorbuto. También son muy ricas en vitamina A, así como en potasio, aportando además, sobre todo las moras del género Morus, fibra alimentaria.
Las concentraciones varían dependiendo de uno u otro género y especie.
Las moras también contienen antocianos y carotenoides, asociados en diversos estudios a ciertas propiedades consideradas beneficiosas para el organismo.
Usos culinarios
Las moras, como frutas comestibles que son, pueden ingerirse al natural, frescas tal cual las da el árbol o la planta, siendo este su uso culinario más sencillo. Es una fruta básicamente silvestre (aunque también se cultiva), y la facilidad de encontrarla en campos o bosques, la convierte en un manjar común y ocasional. Multitud de especies animales, desde pájaros a roedores, tienen en su dieta todo tipo de moras, y el ser humano no es una excepción.
Las moras también pueden ser procesadas e incluidas en la cocina de muy diversas formas, muy utilizadas como elemento decorativo para todo tipo de platos, además, a nivel industrial multitud de productos la incluyen a su antojo, ya sean yogures, tartas, licores, batidos, helados, gelatinas, etc.
Prueba de ello es la mora de la zarza o zarzamora (g. Rubus), que se ha convertido en una fruta muy popular en pastelería ya sea para la preparación de postres, mermeladas, jaleas y, a veces, zumos, vinos y licores. No obstante, esta no es la única especie usada en la cocina, de hecho se hacen confituras con todos los tipos posibles de moras.
Existen innumerables recetas en cuyos ingredientes entra la mora. Un claro ejemplo de ello es el crumble, pastel tradicional de Inglaterra elaborado con diversas frutas.
Cultivo
Las moras, aunque proceden de especies botánicas básicamente silvestres, pueden ser cultivadas, de hecho se cultivan en diversas zonas a lo largo de toda la geografía mundial con la intención de aprovechar el fruto, aunque a veces se cultiven también especies de género Morus con otros fines.
Existen multitud de especies de moras, pero es posible que tan sólo tengan valor comercial unas nueve de ellas, que básicamente son del género Rubus, en ocasiones y comúnmente se cultivan hibridaciones.
Rubus glaucus
La especie R. glaucus se cultiva con el fin de producir y comerciar su fruto, comúnmente llamado mora andina o de Castilla.
Esta planta es originaria de las zonas altas y tropicales de América, encontrándose en Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Perú, entre otros países. Se desarrolla muy bien en suelos franco arcillosos.
La vida útil aproximada de esta especie para su cultivo oscila desde los 12 a 15 años, dependiendo en parte del trato y la técnica de explotación, a partir de esa edad el rendimiento y la producción decrece.
Esta especie es de fructificación continua, es decir da frutos a lo largo de todo el año, no obstante, los meses de junio, julio, agosto y septiembre, son los de mayor producción, siendo el resto del año la cosecha significativamente inferior.[3]
Morus nigra
La especie M. nigra (de origen pérsico) ha sido a lo largo de la historia cultivada por su fruta comestible, y plantada y naturalizada en el oeste de Europa, Ucrania, y en el este de China.
Los árboles de esta especie se desarrollan bien en suelos frescos y ligeros, le perjudican las altas temperaturas y las zonas demasiado secas, aunque en climas excesivamente fríos se detiene o, cuanto menos, decrece su crecimiento. Para obtener una mejor producción de frutos se precisa una enérgica poda, lo que además hace que el árbol dé hojas más grandes. Se cultiva por siembra de semillas durante la primavera o bien por esquejes leñosos, y admite trasplantes a raíz desnuda durante el invierno.[4] Los frutos de esta especie maduran durante el verano.
Curiosidades
- De la mora procede el nombre que se le da al color morado, y por ende, de la mora también procede la palabra moretón o moratón, usada para referirnos al hematoma.[5]
- La mora de los pantanos (Rubus chamaemorus), también llamada mora ártica, es una fruta de gran tradición en Finlandia, siendo uno de los países donde más usos gastronómicos se le da a esta mora (además de Suecia y Canadá), y donde se consume tradicionalmente junto a un queso local llamado «Leipäjuusto».[6][7] Tan introducida está esta mora en la cultura finlandesa, que la planta de la mora de los pantanos, con sus flores y frutos, aparece grabada en las monedas de dos euros de este país.
Uva espina

Uva espinosa (Ribes uva-crispa, Ribes grossularia). Es un arbusto de pequeño tamaño, fácil de identificar por sus tramas armadas de fuertes espinas que suelen ir en parejas o en tríos.
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- 1 Origen
- 2 Caracteristicas
- 3 Luz
- 4 Suelo
- 5 Plantación
- 6 Riego
- 7 Abonado
- 8 Poda
- 9 Multiplicación
- 10 Nombres comunes
- 11 Fuente
Origen
- Esta grosella procede de Europa y del oeste asiático.
Caracteristicas
- Hojas pelosas, simples y de silueta redondeada o acorazonada, con el borde dentado.
- Producen flores de un color entre verdoso y rosa en racimos de dos o tres.
- Los frutos (bayas, llamada grosella) tiene pelitos mas bien duritos, y el sabor es dulce-ácido.
- Son ovales, blancas, rojas, amarillas o verdes. Predomina el fruto amarillento con piel vellosa.
- Las diferentes variedades se diferencian entre sí por la época de maduración, sabor, color, tamaño, forma del fruto y modo de consumo.
- Grosella cuyo sabor rara vez es suficientemente dulce como para consumirla cruda, por lo que lo habitual es emplearla en la elaboración de diferentes derivados.
- Con ella se pueden preparar tartas, sorbetes, jaleas y jarabes.
- Se añade en puddings, macedonias y chutneys.
- Para la elaboración de mermelada de grosella espinosa conviene recolectar las bayas cuando todavía presentan un color verde claro, ya que su contenido en pectina disminuye rápidamente cuando se alcanza el punto de madurez.
- La grosella espinosa madura posee una piel dura que pierde color con el tratamiento de calor.
- Las grosellas espinosas también sirven como guarnición de carnes y pescados.
- Se conserva bien esta grosella de una a tres semanas en el frigorífico, aconsejando no lavarlas hasta el momento de ser consumidas para evitar el exceso de contenido de agua que favorece la proliferación microbiana.
- Además son adecuadas para someter a congelación en caso de querer conservarlas más tiempo.
Luz
- Sol o media sombra con humedad para el cultivo de grosella.
Suelo
- Tierra fértil que mantiene la humedad, y un buen drenaje.
- Le va bien el humus a la grosella.
- pH del suelo de 6-7.
Plantación
- Se planta preferentemente en otoño o temprano en primavera, antes que empieza el crecimiento.
- Distancia de 1 m entre planta y 2 metros entre calles.
Riego
- Abundante agua, pero sin estar encharcado.
Abonado
- Necesita abono. Cuidado que no sea abono demasiado rico en Nitrógeno porque no va bien para los arbustos que dan frutos.
Poda
Se poda bastante para que circule el aire (al hongo Oidio no le gusta aire) y para que de mas frutos.
Multiplicación
Acodo
Una de las formas de propagarse es coger una rama y atarlo a la tierra para que saque raíces propias, antes de separarlo de la madre, normalmente la primavera siguiente. Dan los mejores frutos después del segundo año.
Semillas
Se puede intentar secar las semillas de los frutos, y si se consigue mantenerlos en condiciones óptimas, pueden guardarse hasta 17 años, o más. Antes de plantar las semillas deben pasar unos 3 meses en frío a 0-5 grados, y plantarlos lo antes que se puede en la primavera.
Nombres comunes
Grosellero espinoso, Uva espina, Uvas espinas, Agrazón, Limoncillo, Limoncillos, Algaraz, Algarzón, Escambrones, Grosella blanca, Grosella de Europa, Grosellera, Uva crespa, Uva crispa, Zarramonera.